Vida Sana
Adaptado de la primera semana de 12 Weeks to a Sharper You (12 semanas para afinar el cerebro, en inglés) por el Dr. Sanjay Gupta, publicado en colaboración con AARP.
Es verdad: eres lo que comes. Por mucho tiempo, el enlace entre la alimentación y la salud cerebral había sido anecdótico. Pero ahora por fin hay pruebas que demuestran que consumir ciertos alimentos al mismo tiempo que se limitan ciertos otros alimentos puede ayudar a evitar el deterioro de la memoria y del cerebro, además de proteger al cerebro contra enfermedades y maximizar su desempeño. Los buenos: pescados de agua fría, proteínas vegetales, aceite de oliva extra virgen, nueces y semillas, frutas y verduras enteras ricas en fibra —todos esos caracterizan lo que se conoce como una dieta al estilo mediterráneo, sobre la que probablemente habrás leído—. Los malos: cualquier alimento que contenga mucho azúcar, grasas saturadas y ácidos grasos trans —todos esos caracterizan la dieta estadounidense estándar—.
                    
                    
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Si bien no hay un solo alimento clave para la buena salud cerebral, una combinación de alimentos saludables ayudará a proteger el cerebro contra el deterioro, y nunca es demasiado temprano para comenzar. Es buena idea consultar con tu médico antes de empezar a seguir este programa, en particular si tienes algún problema de salud, como presión arterial alta o diabetes.
Durante los últimos años, me he concentrado en crear un estilo de alimentación que puedo mantener con facilidad incluso mientras estoy de viaje, pero requiere planificación y compromiso. Deberías intentar hacer lo mismo, para lo que quizás necesites aprender nuevos métodos de comprar comestibles y encontrar los alimentos más frescos y mejores para ti y tu familia que se ajusten a tu presupuesto. Dedica tiempo para hacer un inventario en tu cocina y reconsiderar lo que hay en el refrigerador y en la despensa.
Marca la siguiente casilla esta semana:
☑ Reduce y reemplaza
Reduce tu consumo de bebidas azucaradas y endulzadas artificialmente, comidas rápidas, carnes procesadas, alimentos muy salados y dulces. Deja de comprar comestibles que no podrían reconocer ni un granjero ni un jardinero (ni tu bisabuela).
Reemplaza la comida chatarra como papitas y salsa de queso procesado con alternativas más saludables, tales como nueces sin tostar y bastoncitos de verduras con hummus. (Al hacerlo, reduces las grasas trans y las saturadas al tiempo que consumes una merienda sustanciosa. Este es un reemplazo fácil y que resulta ser increíblemente bueno para el cerebro).
Puedes marcar esta casilla con facilidad con solo seguir mi estilo de alimentación S.H.A.R.P. que aparece a continuación —y evitar salir a comer esta semana—.
1. S: suprime el azúcar y la sal, y sigue al pie de la letra las listas ABC
Alimentos de la “lista A”, para consumir con regularidad
- Verduras frescas (en particular, las de hoja verde, como espinaca, acelga, col rizada, rúcula, col silvestre, brotes de mostaza, lechuga romana, acelga suiza y hojas de nabo)
 - Bayas enteras
 - Pescado y mariscos
 - Grasas saludables (por ejemplo, aceite de oliva extra virgen, aguacate y huevos enteros)
 - Nueces y semillas (sin sal)